Si alguna vez visitáis por motivos de trabajo algún local de restauración, olvidaos por completo de realizar alguna consumición antes o durante el trabajo. Tampoco aconsejamos hacerlo después de la visita. Da una imagen poco profesional de vuestra labor. A pesar de que os inviten. Acabad vuestros deberes con diligencia, y solamente después de haber dado carpetazo al último informe y haber procedido con la entrega, entonces sí, es el momento para relajarse un poco.
Si, a pesar de todo, no os aceptan un rehúse discreto de la invitación, cumplid con un agua, un café o un refresco, nunca alcohol. Y que el impasse no dure más de cinco minutos. Recordad que estáis en vuestro horario de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario