¡Felicidades! Estás a pocas horas
de realizar tu primera visita de toma de datos para una certificación
energética. Respira hondo y relájate. Vas a entrar en un mundo entretenido y
fascinante, pero para que lo disfrutes por completo y tus clientes reciban el
mejor servicio, no está de más que te dé algunas pistas para que muestres una
imagen profesional acorde a los tiempos que corren, en los que la proactividad,
empatía, saber vender y relucir como un sol son tan importantes (o más) que
tener un montón de conocimientos técnicos y prácticos. Vamos allá:
1. SOLICITA
AL CLIENTE PLANO DE LA VIVIENDA
Te ahorrará
MUCHO trabajo disponer de ese documento, porque de pasar a tener que medir el
piso para dilucidar la superficie útil, solamente tendrás que comprobar unas
diez medidas de media. En viviendas modernas, es muy frecuente disponer de
planos acotados, en antiguas, menos, pero nunca te quedes sin preguntar.
Olvídate de la timidez, no estás solicitando el plano para ahorrar trabajo
(aunque así sea), sino para comprobar que está bien trazado, o mejorarlo.
2. SOLICITA
AL CLIENTE CATÁLOGOS DE LAS INSTALACIONES
Los
certificadores avezados sabemos lo difícil que es averiguar a veces los
rendimientos de máquinas cuando solamente se dispone de varias fotografías de las calderas o
splits, el modelo es antiguo o la placa de especificaciones ha sido retirada.
Evita esas sorpresas in situ.
3. PREPARA
EL DÍA ANTERIOR LA DOCUMENTACIÓN
Las prisas son
malas consejeras y recopilar todo el material minutos antes de la salida hacia
la vivienda que debes visitar, puede desembocar en olvidos lamentables. Ésta es
una lista de viaje genérica.
a)
Hojas de tomas de datos
b)
Plano catastral imprimido
c)
Equipo técnico (cinta métrica, cámara
fotográfica, móvil cargado).
d)
Pilas de repuesto
e)
Utensilios para escribir
f)
Factura y/o recibos
g)
En caso necesario, impreso de permiso de
representación del técnico, que deberá firmar el cliente.
h)
Carnet del colegio profesional correspondiente
4. SÉ
PUNTUAL
El cliente te
están brindando su tiempo, y éste es oro. Respeta al máximo cada segundo y, en
desplazamientos en los cuales dependemos de factores externos (tráfico o transportes
públicos), sal con tiempo de antelación suficiente en previsión de algún
incidente. Jamás con el tiempo justo.
5. PRESÉNTATE
AL LLEGAR
Recuerda que más
que un técnico, eres un comercial y un vendedor. Explica al cliente a lo
elevator speech en qué consiste tu visita (aunque lo hayas hecho por teléfono
anteriormente). Un minuto basta. Asegúrate de repetir las condiciones de pago y
los mecanismos burocráticos del trabajo. Si tu cliente tiene que firmar algún
impreso o darte datos personales extra no mencionados en la llamada o correo
previo, no lo dejes para el final. No estarás tan fresco y se te podrían
olvidar.
6. PIDE
PERMISO PARA TODO
Durante la
visita, te verás obligado a tocar paredes, ventanas, instalaciones, muebles, e
incluso objetos personales del cliente; para medir o investigar alguna placa
con especificaciones técnicas. Siempre deberás preguntar antes. Si necesitas
sacar fotos del interior, aunque sea de un detallito, también. Por cierto, no
se te ocurra utilizar el baño del cliente, ni siquiera pidiendo permiso. Desde
el despacho o tu domicilio, hay que venir bien servido. Por eso – y aunque te
inviten, hay gente muy campechana - tampoco participes en comidas o cafecitos,
si la visita es a las horas de comer o cenar.
7. ANALIZA
EL PERFIL DE TU CLIENTE
Piensa como si
fueses el cliente. Quizás no le guste recibir a extraños en su casa. Pasa lo más desapercibido posible. No
interfieras sino lo imprescindible. A medida que pasen los minutos, como buen
comercial y vendedor que eres, captarás el perfil de tu cliente, si es hablador
o callado, si pertenece a tu gremio o no, etc. Amóldate, siempre de manera
proactiva. Que vea que estás por él. Intenta, siempre dentro de lo posible,
convertir tus visitas en algo entretenido y personalizado. Por ejemplo, si a tu
cliente le gusta hablar, “retransmítele la visita”, explicándole lo que haces y
recuerda anécdotas profesionales. Si los niños se hallan en casa, rebobina en
tu mente anécdotas con tus hijos o con los hijos de tus amigos, o con tus
sobrinos. Empatiza. Y sonríe.
8. EMPIEZA
POR LAS INSTALACIONES
Las visitas de
tomas de datos se dividen en cuatro partes: análisis instalaciones, envolvente,
medición y entorno exterior. La que más te llevará tiempo es medir el piso y
los componentes de la envolvente, y es la que más influye en la calificación
energética. Pero dedica un buen rato a tratar de diseccionar al máximo las
instalaciones, porque un detallito que se te podría pasar por alto te podría
suponer calificar con una letra menos. Intenta saberlo TODO sobre las
instalaciones. Previo a la visita, pide al cliente que busque manuales de
instrucciones de los aparatos de aire acondicionado y calderas.
9. EMPLEA
TÁCTICAS DE VENTA CRUZADA
Estás realizando
una visita de toma de datos para certificación energética, pero nadie te impide
dejar caer que también redactas cédulas, tramitas licencias de apertura,
proyectas viviendas, realizas reformas… En muchas ocasiones es el mismo cliente
quien realiza la clásica pregunta de “¿Conoces a alguien que…?” Ese alguien
eres tú.
10. LLEVA
ENCIMA TARJETAS DE VISITA
Cuando hayas
acabado la visita, quizás el cliente se deba quedar con algunos documentos que
le has llevado. No se los entregues a pelo. Hazlo en una carpeta corporativa e
incorpora tu tarjeta de visita a ella. Estoy seguro de que le has causado una
impresión muy buena, y quizás te pueda recomendar a un vecino, familiar o
amigo. No pierdas la oportunidad de venderte.
11. DESPEDIDA
Y CIERRE
Cuando acabes la
visita, vuelve a realizar un rapidísimo “elevator speech”, pero en esta ocasión
sobre fecha y modo de entrega de los documentos, duración del trámite, e
incluso (y se puede), predecir la calificación que se va a obtener. Asegúrate
de prometerle a tu cliente que le conseguirás la mejor letra posible dentro de
las posibilidades técnicas y legales. Despídete dando las gracias por la
confianza que ha depositado en ti y realiza siempre seguimiento tanto de las
gestiones como de tus clientes. Mantenlos informados. La información es
seguridad.
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