miércoles, 11 de febrero de 2015

Artículo 1. ¡Ya tengo comprador de mi piso! ¡Ahora sí encargaré la certificación energética!

¿Cuántas veces nos hemos encontrado los profesionales con este caso? Honestamente, en la gran mayoría de ocasiones. El cliente retrasa hasta el mismo momento de la venta o alquiler inminente el trámite de la certificación energética, porque está mentalizado de que es un simple invento del gobierno con afán recaudatorio.

Es indudable que la labor comunicativa de las autoridades centrales ha hecho muy poco para situar a la certificación energética en el verdadero y digno lugar que le corresponde. Pero no es menos cierto que el propietario que deja para el final este requisito está incumpliendo la Ley. Es en el momento de poner a la venta o alquiler el inmueble cuando la certificación energética debe estar tramitada y con su etiqueta energética bien colocada en todos los anuncios virtuales o físicos. Evidentemente las inspecciones - las escasas que se producen en la actualidad - pasan completamente por alto esta condición, espero que en pro de concentrar esfuerzos de desenmascarar a los certificadores piratas, pero el dejar el trámite para el final, aparte de no ser legal, va en detrimento del propio proceso de la venta del inmueble. Me explico:

1) Una certificación energética debe estar bien hecha.

2) Bien hecha quiere decir que debe haber sido redactada en un mínimo de cinco  horas de trabajo, Teniendo en cuenta la previsión de tiempos traducible al cliente, un día laborable. No cuento la visita de toma de datos, que entre deplazamientos y visita propiamente dicha, se lleva entre dos o tres horas.

3) Lista la certificación, se tiene que tramitar y esto, dependiendo de la Comunidad Autónoma, puede durar lo que suena un click de ratón o varios días. Pongamos el ejemplo de Cataluña: el Instituto Catalán de la Energía se compromete a despachar las correctas en 48 horas. Lo normal es que sean tres días de media, según mi experiencia. 

4) Lo que suma en total unos cuatro o cinco días laborales de media por certificación energética.

Por lo tanto, el propietario debe tener en cuenta que ya es lo suficientemente complejo el proceso de venta de un piso para encima estar pendiente de documentos extra que perfectamente pudieron haber sido solventados con antelación.

Cuando un inmueble está en el mercado, es en la propia venta en donde se deben poner los cinco sentidos y si queremos que un piso le entre por los ojos a un posible cliente, como propietarios, debemos ser capaces de convencerle de que se halla ante la vivienda de su vida. Y eso incluye poder ofrecerle una Certificación Energética impecable con la calificación máxima que pueda obtener dentro de la legalidad. No dejen que les atrape el toro. Si tienen la intención segura de vender o alquilar, contraten el servicio de Certificación Energética desde el principio del proceso. Cierto es que a todo el mundo le gusta prolongar el momento de pagar lo máximo posible, pero créanme, las prisas suelen ser malas consejeras y no es justo meternos prisa a nosotros los profesionales por asuntos que escapan a nuestras competencias, como la duración de los procesos administrativos y de los envíos por Correos. Sabemos que los notarios o administradores de fincas están detrás pidiendo incesantemente los documentos para cerrar las ventas o alquileres del inmueble, pero ustedes los clientes pueden evitarlo con la suficiente previsión de tiempo:

Certificación energética: UNA SEMANA 
redacción: 2 días / trámite: 2-3 días / entrega: 2 días
Cédula habitabilidad: UN MES
redacción: 1 día / trámite: tres semanas / entrega: una semana

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